SISTEMA DE OSMOSIS

La ósmosis inversa es una tecnología desarrollada en la década de 1960, donde se hace pasar agua salina o impura a través de una membrana semipermeable, que es capaz de retener sales disueltas e impurezas, obteniendo así agua purificada.

El proceso de separación por membrana elimina más del 99 % del total de sólidos orgánicos y disueltos, bacterias y otras partículas. El flujo de permeado se ajusta teniendo en cuenta los parámetros operativos (temperatura, presión osmótica, conductividad, recuperación).

Los cambios en los parámetros operativos, como la caída del flujo de permeado, el aumento de la presión osmótica, el aumento de la conductividad, son reflejos del cambio en las condiciones operativas y pueden ser causados por incrustaciones, crecimiento microbiológico, etc. El agua de alimentación de un sistema de ósmosis inversa debe ser declorado para evitar la oxidación de la membrana. La tasa de ataque del cloro varía según las características del agua de alimentación.

A pH alcalino, la oxidación de la membrana por contacto con el cloro tiene lugar más rápidamente que a pH neutro o ácido. El ataque del cloro ocurre más rápidamente también cuanto mayor sea la temperatura y la concentración de metales pesados (por ejemplo, hierro).

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